José Domingo López Ortiz ha ganado por segundo año consecutivo la Orden de Mérito de Pitch and Putt que ha organizado el Club de Golf Tomelloso. Lo hizo tras un emocionante último torneo al que llegaron cuatro jugadores con opciones de victoria y muy pocos golpes de diferencia. En esta entrevista, el jugador analiza la temporada recién concluida y nos habla de las sensaciones que tiene a la hora de jugar y competir. Pero al margen de los resultados que pueda cosechar, José Domingo López se muestra encantado de haber recalado en un deporte como el golf donde ha encontrado un amplio ramillete de buenos amigos.

-Ha ganado la Orden por segundo año consecutivo…

-Sí, el año pasado estuvo organizada por el Club de Golf Tomelloso y El Hidalgo de Alcázar y la de este año ha sido promovida únicamente por nuestro club. Estoy contento porque la Orden viene a premiar una regularidad a lo largo del año. Son seis torneos disputados de los que se tienen en cuenta tus cuatro mejores resultados.

-¿Esperaba volver a ganar?

-El hecho de ganarla el año pasado te obliga a luchar por ella de nuevo, pero no ha sido nada fácil. Me salieron muy bien las cosas en el primer torneo, me coloqué arriba y fui aguantando toda la temporada, aunque al torneo final llegué segundo. Fue muy reñido porque llegamos cuatro jugadores en un margen de cuatro golpes y cualquier cosa podía pasar. Jugamos juntos y estaba obligado a hacer un muy buen resultado para poder ganar. Pero al final gané por menos de un golpe de diferencia. Estuvo muy igualado. Serrano, Gámiz y Rebelo han sido unos grandes rivales.

-Cuando las diferencias son tan escasas, ¿se siente presión jugando?

-Pienso que la presión bien entendida se puede convertir en motivación. Creo que en los momentos decisivos de un torneo suelo competir bien.

-¿Cuándo empezó a jugar al golf?

-Hace ocho años. Me animaron unos amigos que también iban a empezar a jugar. Lo primeros golpes los di en la cancha de prácticas y posteriormente jugué en el campo de San Rafael. Poco a poco me fui enganchando y la verdad es que estoy contento porque el golf es un deporte que se puede jugar durante muchos años. Curiosamente, aquellos amigos que me animaron a jugar, lo han dejado.

-Además de lo deportivo, suele valorarse las buenas relaciones sociales que se establecen, ¿no es así?

-Por supuesto que sí. Siempre es un privilegio jugar con gente que comparte tu misma pasión y la verdad es que se hacen muy buenos amigos en el golf. Mi grado de implicación con el club ha aumentado al meterme en la directiva de Antonio Negrillo. Cuando algo te gusta, hay que comprometerse y ayudar en todo lo que se pueda, al menos durante un tiempo.

- ¿Cómo gestiona esos momentos en los que no le salen bien las cosas?

-Inevitablemente, todos los jugadores tienen sus crisis de juego. En mi caso, intento ser siempre competitivo y cuando paso por un mal momento lo entiendo como un reto que me obliga a esforzarme mucho más. Al fin y al cabo, el golf es un deporte muy psicológico donde influye el estado de ánimo que puedas tener en un momento dado o cualquier problema que puedas tener.

- ¿Cómo se ha vivido en el club una situación tan complicada como la pandemia del Covid-19?

-Ha sido muy difícil en todos los sentidos. Formo parte del Comité de Competición y preparamos el calendario a principios de año. Con la pandemia hubo que parar y cuando se nos permitió retomar la actividad hubo que confeccionar un calendario más apretado, pero afortunadamente pudimos jugar todos los torneos. La climatología también nos ayudó porque no apareció la lluvia en los días de torneo. Lógicamente, se jugaron los torneos guardando todas las medidas de seguridad y adaptándonos a la situación, suprimiendo entregas de premios y comidas de hermandad. Esperemos que poco a poco vayamos retornando a la normalidad.